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EUSEBIO CANO, EMPRESARIO DE BINGOS EN BALEARES, NO SE MUESTRA NADA OPTIMISTA CON UN PRÓXIMO LEVANTAMIENTO DE LAS RESTRICCIONES.

«Para abrir solo hasta las cinco de la tarde, como ha estipulado el Govern, no nos sale a cuenta subir la barrera». Así de contundente se muestra Eusebio Cano, propietario del Bingo Rosales que lleva con las persianas echadas desde el 17 de diciembre. Es la segunda vez en la historia que cierra sus puertas el Bingo Rosales, que se inauguró el 10 de agosto de 1987. La primera vez fue el 14 de marzo del año pasado hasta el 26 de junio, a causa del confinamiento. La pandemia ha dejado mudas una vez más las bolas del bingo y parece que tardará un tiempo en volver a reactivarse.

A sus 72 años, Eusebio Cano ha recibido esta misma semana la vacuna de Janssen y se entretiene echando la mañana en la gran sala vacía del bingo. Su aforo máximo, de los tiempos en los que no había pandemia, era de 550 personas pero ahora mismo, a la espera de que se levanten las restricciones actuales para poder abrir, es de 180.

Sin embargo, no se muestra nada optimista con un próximo levantamiento de las restricciones en el interior de los locales. Los bingos y salas de juego entran en la misma categoría que bares y restaurantes y «ya están diciendo que cuando se abran los interiores el horario será hasta las cinco», cuenta el propietario del bingo. El nuevo horario propuesto por el Govern choca de lleno con las costumbres de los clientes habituales. «¿Qué hago? ¿Les echo cuando ya tengo el local lleno?», se pregunta Cano, acostumbrado a tener el grueso de su clientela desde las ocho de la tarde hasta las dos y media de la mañana. El empresario afirma que se plantean la reapertura «cuando podamos hacer al menos diez horas de trabajo».

Mientras tanto, de los 85 trabajadores que había trabajando en la sala, solo hay uno en activo para el mantenimiento de la sala. A los demás «les hemos tenido que ir dando adelantos para pagar el alquiler o la hipoteca porque no llegan con lo que cobran de ERTE». Las medidas de seguridad se han incrementado y sigue pagando el alquiler, aunque lleve meses sin ingresos. Propietario del Bingo Balear, junto al mercado del Olivar, lleva años esperando una sentencia que le confirme si puede abrir o no un casino. «Si el local llega a ser alquilado, lo habría perdido todo», dice.

Tres bingos con 150 empleados en Mallorca
En Mallorca apenas quedan tres bingos, con un total de 150 empleados. El Rosales es el más grande de toda la Isla; a él se suma Casa Menorca, situado en Santa Catalina, que cuenta con algo más de 30 empleados, según Cano. La otra sala que sigue en activo, a la espera de que se levanten las restricciones, es el Bingo Versalles, muy cerca de la calle Manacor, con otros 30 empleados. En la actualidad están cerrados, a la espera de que se abran los interiores. A esto hay que sumar otra pequeña sala de bingo en Eivissa, con veinte trabajadores. ultimahora

 

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