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Miguel Ángel Pavón (Foto: twitter)

Se suspende durante 1 año, aunque todo indica que puede ser de forma indefinida, la concesión de licencias de construcción, ampliación y acondicionamiento de estos locales y otros de ocio.

No habrá más locales de ocio en las zonas saturadas de la ciudad. El equipo de gobierno, a propuesta de la Concejalía de Urbanismo de Alicante, aprobó ayer la suspensión durante un año de la concesión de licencias para establecimientos con música tanto en el Casco Antiguo como en el Centro Tradicional. Cumple así con el compromiso que adquirió en la mesa que se reunió a finales de 2015 para estudiar el conflicto del ruido generado por esta actividad.

En concreto, lo que se aprobó ayer en Junta de Gobierno Local es la suspensión, durante un año, de las licencias de construcción, ampliación y acondicionamiento de cafés-teatro; cafés-concierto; cafés-cantante; salas de fiesta; discotecas; salas de baile, pubs; salones-lounge; restaurantes, bares, cafeterías y salones con música; casinos; salones de máquinas de azar; bingos y otros locales de reunión con ambientación o amenización musical.

El edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, explica que se trata de una suspensión cautelar mientras se tramita la modificación prevista de los planes especiales del Casco Antiguo y del Centro Tradicional, en sus artículos 48 y 22, respectivamente. Una modificación que prevé fijar de forma indefinida estas restricciones a la instalación de nuevos locales de ocio con música.

La idea, señala Pavón, es «extender a todo el Casco Antiguo y aplicar al Centro Tradicional las restricciones especiales que ya se aplican en una zona determinada del Casco Antiguo, que se declaró área acústicamente saturada».

No obstante, estas modificaciones pueden llevar su tiempo, ya que la tramitación pasa por su exposición al público y aprobación en el Pleno. Por eso se ha tomado como medida cautelar la suspensión de licencias mientras se tramitan. Suspensión que entró en vigor ayer mismo, en el momento de su aprobación por parte de la Junta y que ha sido elaborada entre los técnicos de licencias y los de planeamiento de la Concejalía de Urbanismo.

De esta forma, el Ayuntamiento cuenta con un año para sacar a exposición pública las modificaciones de los planes especiales al público. Si no se expone en ese tiempo, la suspensión decae. A partir de ahí, habrá otro año más para aprobar la modificación.

«Se ha optado por suspender las licencias de obra porque no se puede hacer nada respecto a las de actividad. La ley no lo permite», señala Pavón, que, no obstante, asegura que «prácticamente todas las nuevas licencias comprenden alguna obra». Como ejemplo, la última gran licencia concedida en el centro, muy a pesar de Urbanismo, para ampliar un local de ocio ubicado entre la Rambla y la calle Bailén con parte del espacio del antiguo cine Avenida. «Si se hubiera presentado hoy el proyecto, no se le habría concedido», apunta Pavón.

Recuerda que la no concesión de nuevas licencias es una medida que surgió de la mesa de diálogo sobre veladores y ruido y que la plantearon tanto los vecinos como los hosteleros. Los hosteleros iban incluso más allá y pedían que se prohibiesen también más locales de restauración, aunque no tuviesen música, pero Urbanismo no estaba conforme con incluir esta categoría.

De hecho es una de las pocas decisiones en las que coincidieron, además de en la necesidad de realizar un mapa acústico que incluya los locales de ocio como fuente de ruido.

Esta segunda medida por el momento no se ha implementado y son los propios hosteleros y vecinos, cada uno por su lado, los que se han movilizado para contratar empresas que realicen mediciones en las zonas de ocio.lasprovincias.es

Sector del Juego 27.07.2016

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