El pasado reciente, el golpe de la crisis económica y de la Ley Antitabaco, y los actuales datos industriales fueron la plataforma desde la que Manuel Matamoros apuntó a la necesidad de seguir aportando transformaciones al Bingo:
En el pasado ejercicio la Hacienda Pública obtuvo 236 millones de euros, que son el 38% de los ingresos netos de las empresas, a partir de ahí se atienden los gastos de explotación. El Sector emplea 8.450 personas directamente, lo cual tiene mérito en las circunstancias atravesadas y por primera vez en mucho tiempo tiene alguna expectativa de crecer y superar los 312 establecimientos registrados.
En el canal presencial las modalidades electrónicas alcanzan ya una importancia de más del 13,5%. Sin embargo cuando vamos al win encontramos que el cartón de papel llega al 93,5%, pero sus ingresos se reducen porque paga más impuestos. El Bingo Electrónico de Red tiene las tasas típicas de crecimiento de un producto en lanzamiento que ahora es del 24,8% y la causa de este aumento es la apertura de nuevos mercados. Es distinto el caso el Bingo online porque sus brutales tasas de crecimiento, del 205% en cinco años, se deben más al marketing y la publicidad en medios masivos como la TV.
Describió el ponente los largos años de decadencia del Bingo desde 2003 hasta la crisis de 2008 “que no hubiera sido tan rotundamente mala sino hubiera sucedido un hecho singular: la prohibición del tabaco, que fue una medida absolutamente irresponsable, cuando ya los Bingos habían creado áreas de fumadores con una gran inversión”. Entonces la caída fue vertiginosa, del 25,4%. Y hubiera superado el 30% en la media nacional de no haberse producido la rebaja tributaria en la Comunidad de Madrid, como territorio con fuerte peso específico a nivel nacional.
La recesión en el Bingo reaparece a mediados de 2016 y en los primeros trimestres de 2017, especialmente en Andalucía y Madrid, pese al crecimiento general de la demanda interior en la economía de país, lo que prueba que “en un producto específico como es el Bingo o hay transformaciones serias o el Bingo desaparece, si no hay capacidad de establecer nuevas oportunidades lo mejor es desinvertir y salir del Sector”, algo evidenciado por la caída de más del 7% en el Bingo mientras la subida per cápita en España era superior al 5%, “una diferencia de escalofrío”.
En cuanto a las cifras medias de gasto por habitante en las distintas Comunidades, Matamoros significó que La Rioja se halla en la media nacional con 38 euros, mientras que Madrid alcanza 55,5 y en la parte más baja de la tabla está Castilla La Mancha con 7,85 euros por habitante.
No existe la necesidad de establecer estándares ni de que todo el Bingo se parezca en todas las Comunidades, porque existen peculiaridades sociales diferenciadoras que determinan modelos distintos. Pero cuando en un sitio existe una fórmula que funciona lo mejor es copiarla. En cualquier caso los gráficos comparativos por Comunidades son del todo heterogéneos, “porque en algunos sitios los Reguladores se mueven”.
Continuó su exposición con los datos tributarios relativos a las distintas modalidades del juego para afirmar que “el sistema se mantiene desde una tributación claramente excesiva para la capacidad económica de un Sector que va trasladando una parte de lo que obtiene a mejorar el producto”.
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