PUIG ARGUMENTA QUE EL CIERRE NO FUE UNA DECISIÓN «CAPRICHOSA».
La Generalitat valenciana ha decidido no recurrir la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) de suspender cautelarmente el cierre de bingos, casinos y otros establecimientos dedicados al juego y actividades recreativas de azar que había acordado el Consell en el marco de las medidas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
Así lo anunció en Castelló el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, quien ha enmarcado la decisión de no recurrir el auto del TSJCV al considerar que «se dan las circunstancias oportunas para que, con los límites de aforo, se pueda mantener esta actividad».
Los magistrados del TSJCV no aprecian que la reapertura de estos locales, con las condiciones y restricciones a la actividad que ya fijó la propia administración autonómica el 5 de diciembre del pasado año, «vaya a producir perturbación grave de los intereses generales», dada la situación epidemiológica actual en la Comunitat Valenciana, con un nivel de alerta 1 o de riesgo bajo.
Al respecto, Puig ha defendido que la Generalitat no quiere «hacer restricciones por hacer restricciones, pues parece como si fueran una cosa caprichosa», y ha apuntado que las limitaciones «se hacen para mejorar la situación frente a la pandemia, para mejorar la calidad de vida y la salud de las personas», y ha manifestado su deseo de que «más pronto que tarde» se puedan levantar.
Puig ha indicado que si la sociedad valenciana ha demostrado «de forma bien visible» que cuando se trabaja juntos y se hacen las cosas bien se logran unos resultados como los que se están consiguiendo en la tasa de incidencia, hay que ser responsables a partir de ahora también en esta desescalada, «que ha de ser muy prudente».
«Hemos de intentar llegar a una normalidad lo más pronto posible, ojalá fuera a principios del verano, y para eso hemos de llegar con el máximo posible de vacunación», ha señalado el president, quien ha añadido que el objetivo es que durante junio todas las personas mayores de 60 años estén vacunadas porque eso significará salvar muchas vidas. «Se trata de salvar vidas, no de otra cosa», ha concluido. ep
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