Noticias

BRILLANTE, CERTERO y OPORTUNO artículo de Fernando Henar

Me dijo Sandra, empresaria y amiga, que conoce estos agravios que sufrimos por aquí en España con el juego público, que el eslogan que podríamos aplicar en el sector del juego presencial, si tuviéramos que dar un mensaje publicitario sería “Competir como siempre, competir como nunca”, en respuesta, haciendo un símil, al nuevo anuncio de la Loterías para promocionar el Gordo de Navidad para este año: “Compartir como siempre, compartir como nunca”.

Mi amiga puso la gota de agua que rebasaba el vaso de mi paciencia y me puse a escribir esta nota a modo de terapia. Porque estoy harto de ser testigo de una de las mayores afrentas, ofensiva injusta y destructiva contra nuestra industria. El ministro del ramo, Alberto Garzón, encabeza los ataques y ha medio hundido ya al juego y las apuestas online con la prohibición publicitaria. Sus argumentos, plagados de demagogia y contrarios a la libertad de empresa, los falsos datos sobre los que se justifica su firme determinación de acabar, antes o más tarde, con el juego privado…Puede que engañe con sus suaves maneras, pero los pasos que ha dado hasta ahora son fiel reflejo de su particular y mesiánica cruzada.

Ahora, tras inmiscuirse en las competencias autonómicas del juego privado, ha promocionado una PNL parlamentaria para continuar masacrando al juego presencial. Y en estas estamos cuando llega el anuncio de Loterías: 860.000 euros invertidos en fomentar el juego público mientras que, al mismo tiempo, se limita permanentemente la capacidad de demanda con todo tipo de normativa restrictiva al juego privado.

De nuevo se aplica la doble vara de medir, y dadas las circunstancias que estamos viviendo, parece una decisión desproporcionada, desleal e insolidaria con la situación económica soportada por muchos sectores con establecimientos cerrados o limitados en horarios, aforos, etc. No he dicho que esta medida era poco reflexionada a propósito, porque en esta batalla tan desequilibrada, el Gobierno central ha dejado a su ministro de Consumo el botón rojo de las armas de destrucción mientras siguen promocionando el juego público con los mismos argumentos con los que prohíben el nuestro.

Este año el Gordo navideño no lo anuncian los niños, aunque sí volverán a cantarlo. Se ha optado por algo más sentimental: la covid, la plaga más agresiva del último siglo, la pandemia que nos deja indefensos y con los sentimientos a flor de piel. ¿Es ético utilizar las emociones más primarias para vender décimos de Lotería?

Fernando Henar

14/12/20

Más Noticias