De continuar la actual deriva del bingo en España, el número de salas se reducirá en los próximos años a 245 de las 425 que existían en 2007. Para mantener este popular juego con criterios de estabilidad (309 salas en 2017) es indispensable modificar el actual modelo de negocio con dos parámetros indispensables: una fiscalidad del 10% sobre win y dedicar a premios un 85% de las ventas.
Este es el criterio del Informe Económico Fiscal elaborado por la consultora
MartínezComyn bajo la dirección de Joan Francesc Pont Clemente, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Barcelona, por iniciativa de la CEJ, la patronal del bingo.
Según este estudio, referenciado al periodo 2007-2016, las ventas del bingo decrecieron un 58,3% en euros constantes. El cierre de salas, las pérdidas económicas y de puestos de trabajo han sido constantes en las dos últimas décadas. En este sentido, Pont Clemente considera necesario que la tributación sea sobre win (ventas menos premios), como se ha implantado en 13 CCAA hasta ahora, y que se rebaje la presión fiscal al 10% en un marcado cambio de tendencia: de impuesto castigo a impuesto contribución. Con ese porcentaje se recuperaría la actividad y en ocho o nueve años las Administraciones Públicas podrían superar la actual recaudación impositiva.
Este informe, que asume la CEJ como propuesta, fue presentado en la sede de la patronal CEOE en un acto en el que también participaron el director de juego de la Comunidad de Madrid, Fernando Prats, el presidente de la CEJ, Fernando Henar, y Jordi Llovera, del despacho Martínez Comín, que lo desarrolló en detalle.
El Recreativo
